San Valentín no es una de mis festividades
favoritas, punto. No hay un corazón roto tras eso, ni desilusiones y tampoco se
debe a que hayan comercializado al amor. Simplemente no me inspira.
Por otro lado, si que siento pasión por los
chocolates. Es un día en el que ser un adicto al chocolate y comerlo sin
control no está mal visto. Nunca espero que me regalen flores, peluches o
globos de bonitos colores. Me conformo con tener unos deliciosos chocolates con
almendra, chocolates rellenos, o cualquier otra cosa que tenga como ingrediente
principal chocolate.
Para mi San Valentín es sinónimo de CHOCOLATE.
No soy de esas chicas a las que le llueven
los regalos ese día (casi nunca me regalan), así que cuando un amigo tiene un
detalle conmigo me emocionó. Este año una de mis mejores amigas me regaló un
pequeño arreglo con algunos dulces. (Pueden apreciarlo en la primera foto). Y
me conoce muy bien porque dentro del mismo había una barra Dove de “Dark
Chocolate” mi tipo de chocolate favorito. (Pueden apreciar la barra en la
última foto). Fue muy lindo el detalle.
Jajaja, te aseguro que te entiendo perfectamente, también a mí me pierde el chocolate y San Valentín es una excusa perfecta para ser indulgente con ese vicio. Hermoso detalle el de tu amiga, disfrútalo :)
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